Historia
Campamento Kikotimaal fue fundado en enero de 2006 como programa de Zeno Mountain Farm. Se operó así hasta el present año. El campamento ahora es un programa de la organización Viamistad. Bajo esta organización expandiremos a iniciar nuevos sesiones del campamento para poder invitar a mas personas con discapacidad para disfrutar la experiencia y hacer amistades que pueden durar por todas sus vidas.
Sarah Peller, Ph.D., la co-directora de Campamento Kikotimaal, se inició el programa con amigos de Zeno Mountain Farm después de muchos años de hacerse voluntaria. Mientras estudiaba español en Antigua, Guatemala, en 2003, Sarah trabajó en jaulas educativas para alumnos con Paralysis Cerebral. Ella notó que las vidas de personas con discapacidad en Guatemala fueron muy diferentes que en los Estados Unidos. Educación Especial apenas había aparecido, pero los padres tenían que quedarse en las jaulas para dar apoyo a sus niños por falta de asistentes. Adultos con discapacidad frecuentemente se quedaron en la casa y no salieron nunca de sus casas o vecindarios. Muchos vivían en instituciones con cuido continuo pero con estimulación mínima, porque sus familias no podían cuidarles. El campamento fue establecido en 2006, acogiendo a 13 personas con discapacidad. Crecimos a 50 personas en total, el 50% discapacitados. Hemos ofrecido 9 campamentos anuales. La fundación de Kikotimaal fue inspirado por un programa de campamento semejante iniciado en 1953 en Martha's Vineyard, Massachusetts. Este campamento, que aun existe, se llama Camp Jabberwocky. Allí los participantes y voluntarios regresan cada año, muchos a lo largo de toda sus vidas adulta, así formando una gran red de relaciones personales que superan los límites típicos de discapacidad. Un aspecto importante del modelo de Jabberwocky es que todos los servicios son gratuitos y los voluntarios no cobran salario. Los padres son disuadidos de hacer donaciones. El propósito original del campamento era otorgarles a los padres de los adultos con discapacidad un breve relieve de sus tareas. Se hizo claro que todos los participantes se beneficiaron, tanto en la calidad de vida de los individuos como en el mayor estimo del publico a personas con discapacidades. |
Más allá de las necesidades humanas básicas de alimentos, agua, refugio y atención a la salud, filósofos y educadores han identificado la necesidad del desarrollo integral de la persona y el fomento de relaciones auténticas con otros basados en dialogo e intercambio mutuo. Las personas con discapacidades graves dependen generalmente sobre familias o instituciones caritativas para sus necesidades básicas. Con frecuencia carecen de oportunidades, no sólo de la educación formal, sino también de estimulación mental, amistades auténticas y cierto nivel de autosuficiencia. Fuera de padres e hijos y otras relaciones familiares todos los servicios que requieren las personas discapacidades mentales o físicas severa exigen pago. En Guatemala, donde la educación especial tan solo recientemente ha recibido la fuerza de ley y sigue siendo escasa, las personas con discapacidades graves están frecuentemente aisladas del mundo exterior, limitados al ámbito de sus casas o de instituciones. Los campamentos ofrecen la oportunidad de romper el aislamiento y la dependencia para formar auténticas amistades a través una experiencia compartida anual.
En el campamento nos dedicamos a crear oportunidades para nuevas experiencias tanto viajes, aventuras, amistades y colaboraciones en proyectos. Aprovechamos de música, canción, yoga, deporte y colaboraciones dramáticas. Pasamos una semana en la bella Lago de Atitlán, y un fin de semana disfrutando la playa en la Costa Pacifica de Guatemala. El campamento es un lugar mágico tanto para los campistas como para los consejeros; un lugar donde el dinero no cambia de manos y donde desvanecen todo tipos de divisiones sociales y todos contribuyen sus talentos y personalidades únicas. |